Reconstruir la educación desde todos los sectores

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Trabajar en mejorar sustancialmente la educación en el Paraguay debe ser la máxima prioridad, tras la paulatina superación de la pandemia del coronavirus. Es la principal coincidencia a la que arribaron las expositoras del panel “La educación como factor de cambio social” en el tercer conversatorio de la 22° edición del Foro de Emprendedores Paraguay (FEP).

Estuvieron en este panel: Tamara Cabello, de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (FENAES), Belén González de la Coordinadora Estudiantil de la Universidad Nacional de Asunción (CEUNA) y Tanya Bettoni del Consejo Consultivo Joven – Adolescente UNFPA, protagonizaron el debate, con la moderación de Martin Burt, Director ejecutivo de la Fundación Paraguaya.

“La educación en nuestro país ya estaba en crisis, mucho antes de la emergencia generada por el Covid-19. La pandemia solo vino a agudizar aún más esta situación, a desnudar la falencia de un sistema en donde las escuelas y los colegios se caen por falta de mantenimiento, en donde hay gran escasez de libros y de materiales didácticos, ni qué decir de computadoras o de conexiones a internet”, empezó describiendo Tanya.

La integrante del Consejo Consultivo Joven – Adolescente UNFPA insistió en que la educación debe ser pensada y repensada, para reconstruirla con urgencia, con participación activa de todos los sectores de la sociedad.

Tanya Bettoni del Consejo Consultivo Joven – Adolescente UNFPA

“La pandemia no solamente nos impuso una distancia virtual, sino también nos aisló en diversos sentidos. Tenemos que romper ese distanciamiento, acercarnos unos a otros y trabajar por esta causa, que es fundamental para nuestro país”, agregó.

Martín Burt preguntó a María Belén qué opinaba de los anuncios de las autoridades del actual Gobierno de dotar a las escuelas de fibra óptica con provisión de internet y de entregar una computadora a cada niño escolar. La estudiante del CEUNA no dudó en contestar: “Ese es un anuncio que describe al país de las maravillas, pero es una mentira. Lamentablemente, ni las autoridades ni los referentes de la clase política tienen voluntad de convertir a las escuelas en formadoras de gente pensante, de niños, niñas y jóvenes con consciencia crítica. Para ellos, la educación no es una prioridad. No tienen interés en mejorar, en salir de la crisis. Nos mantienen en el atraso deliberadamente”.

“Los estudiantes de la Universidad Nacional ya veníamos sufriendo recortes tras recortes de presupuesto en todas las instancias, desde antes de la pandemia. El Paraguay solo invierte el 0,6% del Producto Interno Bruto en la educación pública terciaria. Ingresar a la universidad ya es una tarea sumamente difícil, pero conseguir terminar la carrera lo es aún más”, enfatizó.

Ante la consulta del moderador sobre los índices de la deserción escolar en el país, Tamara respondió que el término “deserción” no le parece el más apropiado. “Yo creo que desertar lo hace un soldado del ejército, pero no un alumno, porque nadie sale de la escuela porque quiere, sino porque se ve dificultado de seguir estudiando, se ve forzado a trabajar para sobrevivir o ayudar a mantener a su familia. En ese sentido, más que una deserción, lo que hay es una exclusión, una expulsión del sistema educativo, forzada por un sistema educativo que no es para nada inclusivo”, indicó la representante de la FENAES.

Tanya Bettoni destacó que, durante la pandemia, sostener la educación estuvo más en manos de las madres y mujeres del hogar, antes que del Estado y el sistema educativo. “Fueron las mujeres y siguen siendo ellas las que asumieron el desafío de que no se interrumpa la enseñanza de los alumnos y alumnas. El Estado brilló por su ausencia”, manifestó.

Martín Burt agregó que un tercio de los hogares paraguayos está dirigido por madres solteras, quienes tienen que asumir múltiples funciones como las de trabajar para mantener a su familia, preparar alimentos, cuidar a los hijos y que en el contexto de la pandemia han debido además acompañar la función de hacer las tareas escolares con los hijos. “Es algo admirable, pero no debería ser así”, refirió.

Coincidieron con Tanya en que es clave exigir mayor inversión en la educación, para que más niños, niñas y adolescentes tengan la oportunidad de estudiar. “En este tiempo de pandemia la exclusión de estudiantes se agudizó. Siempre fue difícil estudiar en el Paraguay, pero la crisis del coronavirus lo hizo todavía mucho más difícil. Tenemos que revertir eso. La educación es la piedra angular de un estado democrático”, señaló Bettoni.

Belén González de la Coordinadora Estudiantil de la Universidad Nacional de Asunción (CEUNA)

Tamara resaltó que, históricamente, las personas que fueron nombradas al frente del Ministerio de Educación y Ciencias casi nunca fueron expertas docentes o técnicos en educación, sino figuras políticas sin conocimiento suficiente, lo cual explica muchos fracasos. “Para lograr algunas conquistas, desde el boleto estudiantil para los secundarios hasta el arancel cero para lo secundarios, tuvimos que organizarnos y salir a la calle. El Estado nunca nos otorgó algún beneficio por iniciativa propia, siempre lo tuvo que hacer presionado por nuestras luchas”, explicó.

María Belén valoró que las actuales generaciones ya no tienen miedo de salir a defender sus derechos, pero en la sociedad paraguaya aun existe el miedo heredado de la dictadura, una de las cuestiones que explican que muchos sectores, incluyendo a los padres de familia no apoyen las luchas estudiantiles y más bien tratan de frenarlas o invalidarlas.

“Aunque la dictadura quedó atrás, los gobiernos como el de Cartes y Marito siguen usando tácticas represivas para impedir las luchas. Así se explica la detención y el procesamiento de estudiantes como Vivian Genes o Pedro Areco por defender nuestros derechos, una actitud totalmente dictatorial que se mantiene para frenar los avances en la educación”, destacó.

Finalmente, todos coincidieron que es importante entender la urgente necesidad de ponerse de acuerdo e impulsar la mejora de la educación.

Burt les dijo que él ansiaba ver pronto que cada escuela tenga fibra óptica y que cada niño tenga una computadora, porque el desafío actual de los gobiernos no pasa por la disputa entre capitalismo o comunismo, sino por el “talentismo”, por formar y estimular el talento de las nuevas generaciones a través de la educación. “Los países que generan talento triunfan y los que no, expulsan a su gente”, enfatizó.

Todas concluyeron haciendo un llamado para organizarse y defender la lucha por una mejor educación. “Hay una frase que me gusta mucho y es ‘organizar la rabia, defender la alegría’. No debemos quedarnos quietos o paralizados, no debemos perder la motivación para seguir reclamando, porque una educación mejor no nos va a caer del cielo, la tenemos que conquistar”, indicó.

Reviví el día tres de lo que fue el evento, ingresando a este link o sumate al #Fep2021 #Antídoto o seguínos en nuestras Redes Sociales: Facebook e Instagram.

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